REQUISITOS Y CONOCIMIENTOS PREVIOS RECOMENDADOS
El estudio de la asignatura puede exigir de tres a seis horas
semanales de trabajo personal. El guión de las clases incluye el listado
de los documentos que el estudiante debe tener disponibles en cada una.
No se aconseja cursar esta asignatura mientras no se tengan
conocimientos suficientes de las asignaturas Mecánica de Sólidos;
Análisis de Estructuras y Construcción, obra gruesa.
DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA ASIGNATURA
La asignatura de dimensionado
trata de suministrar la formación necesaria para saber determinar las
secciones resistentes de los elementos típicos de una obra de
arquitectura. Para analizar estructuralmente algo, antes debe estar
definido, tarea que debe hacerse sin contar con el análisis, algo típico
en todo proceso de proyecto, y que en general procede por ciclos de
conjetura, análisis y modificación.
Dimensionado usa la
herramienta de análisis para deducir el rango de valores de cualquiera
de las variables implicadas, operando en cualquier orden y el contexto
de conocimiento o desconocimiento de cualquiera de los demás datos.
Utiliza con preferencia el camino de pasar de resistencias de material a
capacidades resistentes de estructura, método conocido como cálculo por
capacidad, o plástico, que intenta obtener lo que da de sí un cierto dimensionado.
Se calcula como medio para tomar decisiones, para dotar a cada
elemento de no más de lo imprescindible; el cálculo también debe ser el
mínimo imprescindible. Pero aun ahorrando cálculos, el dimensionado,
previo a un análisis metódico, exige muchos miles de operaciones, que
interesa que sean las menos posibles, en el mejor orden posible y con la
menor precisión que se pueda. En general los números se destinan a
corroborar algo que ya se suponía o se barruntaba; si no sabes de
antemano lo que va a salir, más vale no calcular.
OBJETIVOS: CONOCIMIENTOS Y CAPACIDADES
La asignatura de dimensionado
trata de suministrar la formación necesaria para saber determinar las
secciones resistentes de los elementos típicos de una obra de
arquitectura. Para analizar estructuralmente algo, antes debe estar
definido, tarea que debe hacerse sin contar con el análisis, algo típico
de todo proceso de proyecto, y que en general procede por ciclos de
conjetura, análisis y modificación.
El cálculo de estructuras como tal no existe; no hay un proceso
numérico que concluya cómo debe ser la estructura. En el mejor de los
casos lo que se denomina cálculo de la estructura apenas obtiene el
último de los detalles; lo demás debe haber sido decidido antes; en los
más sólo sirve para comprobar. Así como no se puede delinear lo que no
está proyectado –aunque para ello hace falta hacer dibujos-, tampoco se
puede calcular lo que no está dimensionado –y para ello hacen falta cálculos-.
Dimensionado usa la
herramienta de análisis para deducir el rango de valores de cualquiera
de las variables implicadas, operando en cualquier orden y el contexto
de conocimiento o desconocimiento de cualquiera de los demás datos.
Utiliza con preferencia el camino de pasar de resistencias de material a
capacidades resistentes de estructura –método conocido como cálculo por
capacidad, o plástico, que intenta obtener lo que da de sí un cierto dimensionado-, más que el método de análisis canónico, que formula principalmente el paso de cargas a solicitaciones.
En el problema estructural los datos son los geométricos globales,
luces y distancias, y la respuesta es de nuevo geométrica: qué sección o
dimensiones debe tener cada elemento, de manera que no salirse del
ámbito geométrico puede ser rentable. Por mucho que la calculadora –o el
ordenador- sea importante, las herramientas básicas de este campo son
las de dibujo.
En cada fase del proceso, siempre provisional, hasta que todo
coincida, los datos son conocidos de manera burda, de manera que los
resultados son siempre aproximados. En Dimensionado
hay que proceder con rigor conceptual, pero no se puede aspirar a mucha
precisión; los valores de partida siempre provisionales, se conocen de
forma vaga. En las fases iniciales, como a todo lo que se aspira en cada
cálculo es a confirmar o cambiar una decisión, basta la precisión de
tanteo. En los finales, en los que la respuesta es discreta, por
ejemplo, cuatro o cinco redondos, tampoco hace falta precisión. El rigor
es insoslayable; la precisión es importante, pero no interesa.
Buena parte de la información correspondiente a esta asignatura es de
corte convencional, heurístico, o de justificación meramente
experimental. Es amplia información pactada, no fácilmente explicable ni
argumentable, conocida como las normas, en continua revisión, supone un
reto para el aprendizaje de la asignatura. El estudiante tendrá que
acostumbrarse a que la remisión a cualquier documento escrito tenga
siempre reparos de coherencia con otros o de obsolescencia.
La estructura no existe; lo que hay es lo estructural. Estudiar y
dimensionar estructuralmente un edificio consiste en tenerlo en cuenta
todo a un tiempo, no sólo lo que se entiende por la estructura. En un
edificio todo aporta un papel estructural, unas veces resistente, otras
meramente rígido y otras crucial para la estabilidad del conjunto, y
siempre peso. Lo importante de la asignatura es la capacidad para leer
lo estructural de una obra de arquitectura. Abarca lo básico de las
soluciones de acero, madera, ladrillo y hormigón, tomando como pretexto
obras sencillas.
Se calcula como medio para tomar decisiones, para dotar a cada
elemento de no más de lo imprescindible; el cálculo también debe ser el
mínimo imprescindible. Pero aun ahorrando cálculos, el dimensionado,
previo a un análisis metódico, exige muchos miles de operaciones, que
interesa que sean las menos posibles, en el mejor orden posible y con la
menor precisión que se pueda. En general los números se destinan a
corroborar algo que ya se suponía o se barruntaba; si no sabes de
antemano lo que va a salir, más vale no calcular.
ACTIVIDADES DE EVALUACIÓN O TAREAS PRÁCTICAS
El estudio de la asignatura puede exigir de tres a seis horas
semanales de trabajo personal. El guión de las clases incluye el listado
de los documentos que el estudiante debe tener disponibles en cada una,
suponiéndose que los ha leído antes de la clase.
No se aconseja cursar esta asignatura mientras no se haya aprobado
290.Mecánica de Sólidos; 380.Análisis de Estructuras y 430.Construcción,
obra gruesa.
En la fecha que fija la Escuela (8 al 19 de enero) tendrá lugar el
examen final, que constará de un número entre diez y veinte preguntas
cortas, numéricas, de elección o de cálculo con delineado de la
solución, del tipo de los realizados en el curso, sin poder consultar
libros ni apuntes. Cada pregunta puntúa según su dificultad y las
preguntas no contestadas puntúan negativamente.
Para aprobar hay que: - obtener un mínimo de 5
puntos sobre 10 en la media de los exámenes parciales de las semanas 7ª y
15ª y haber seguido el curso con aprovechamiento, lo que significa
haber realizado la mayoría de los ejercicios (ponderando cada uno con la
raíz cuadrada de su número).
- si se ha seguido el curso, pero
sin el aprovechamiento citado, deberá obtenerse en el examen final una
puntuación mínima de 6 puntos sobre 10.
- si no se ha seguido el curso, deberá obtenerse en el examen final una puntuación de 7 puntos sobre 10.
En todos los ejercicios se puntuará desfavorablemente utilizar
decimales no pedidos o más cifras significativas de las que se indiquen.
Las anteriores reglas son suficientes para aprobar; no necesarias. El
tribunal podrá, a su juicio, compensar la deficiencia de alguna
calificación con el exceso sobreabundante de otra. Se espera que un
estudiante que siga el desarrollo del curso, apruebe. El semestre pasado
aprobó por parciales el 80% de los estudiantes matriculados que
siguieron el curso.
MATERIAL DE TRABAJO
El material básico es lápiz fino, reglas, escuadras y escalas.
Para seguir la clase y hacer las prácticas es conveniente disponer de
una calculadora que controle bien los decimales. No es imprescindible
que sea programable, ni que maneje matrices, aunque interesa que tenga
raíz cuadrada y funciones trigonométricas. En general suele ser
preferible una del tipo RPN (con “Enter”) a una algebraica (con =). No
es aconsejable por ahora el uso de ordenadores con programas de cálculo
de estructuras al uso.