HETEROTOPIC PERSUADaction / PERSUacciön HETEROTÓPICA
The proposed action consists of persuading someone to buy something
that is absolutely absurd, useless and expensive. Speculactors will
organize in pairs and work at the Terminal 4 of Madrid-Barajas airport
on a Saturday afternoon. They will manage to sell a black and white
copy of a blank sticker album of the previous year’s course for no less
than 50€. As usual, anything goes! Whatever the outcome will be, a
stop-motion video will be shown to class.
La acción trata de convencer a alguien para que compre algo
extremadamente absurdo, inútil y caro. Por parejas, en el aeropuerto de
Barajas terminal 4, durante una tarde de sábado los especuladores se
las tienen que arreglar para vender un álbum de especulacciones del año
pasado sin cromos. El precio no puede ser inferior a cincuenta euros.
Todo vale, como siempre. La acción, independientemente de su resultado,
se mostrará en clase con un stop-motion.
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It
is widely accepted that rhetoric plays a relevant role in architecture
training. Firstly professors, later clients, juries and even users must
be fully persuaded on the excellence of our design solutions, true or
otherwise. Speculactors naturally developed very different and
interesting strategies, such as using their sex-appeal, provoking
sympathy, and so on. A pair of students befriended a group of elderly
people, who finally were willing to split the purchase between them.
Another pair just told the truth to a wealthy-looking couple, relying
on their empathy with the argument: ´Our professors gave us this
assignment, they are literally crazy!´. It worked out!
Como
todo el mundo sabe, la retórica es parte fundamental en la formación
del arquitecto. Tenemos que persuadir a nuestros profesores, a nuestros
clientes, a los jurados y finalmente a los usuarios que nuestros
diseños son los mejores. Fue muy interesante ver las estrategias
desarrolladas por los especuladores: algunos intentaron dar pena, otros
usaron su sex appeal; una pareja se hizo amiga de un grupo de tercera
edad y les convencieron que comprasen el álbum entre todos...otros
simplemente dijeron la verdad a una pareja de jóvenes con aspecto de
tener dinero e intentando empatizar: “este es un ejercicio de mi
escuela donde tengo unos profesores que están locos”...:
¡funcionó!
Nuestra cabeza es nuestra herramienta. Nuestra herramienta son las
imágenes. Nuestras imágenes son nuestras palabras. Y nuestras palabras
son nuestra salvación, nuestra defensa, nuestro trabajo, nuestros
límites y expectativas. Nuestra posibilidad de hacer realidad lo que la
cabeza nos ha impulsado. Nadie creerá en las imágenes inexistentes si
nuestro discurso no es capaz de generar confianza, interés, ilusión por
ser. El discurso perfila imágenes, incluso es en sí mismo una imagen,
una acción. Los discursos dejaron de ser narrativos y sonoros. Son
gráficos. Visuales. Acciones en sí mismo. Nadie os ha dicho que debemos
hablar. Ahora os lo decimos; en esta cadena, si las palabras fallan
nunca llegareis a la cabeza Viajamos con una cabeza que es nuestra
maleta profesional, de un lugar a otro. Somos vendedores ambulantes,
unos representantes a domicilio, unos viajantes, como Willy Loman, el
protagonista de Muerte de un viajante de Arthur Muller. Ahí deja de
tener importancia el texto, sustituido por la posición, la aptitud o la
construcción de una manera. El discurso dejó de tener valor en sí
mismo. Tampoco confundamos valor, con valer. Ni tampoco con lo que
usualmente, en nuestra vida cotidiana, pensamos que significa esta
palabra. Valer es posibilidad de valer. Claro, con el capitalismo en el
cual estamos inmersos, la inexistencia de valores ciertos, la tenemos
asumida como una cuestión económica, monetaria. Los mercados dictan.
Pero son fluctuantes. Cambian de criterio. Hacen que algo nunca tenga
un precio cierto. Así hemos perdido seguridad en esta palabra. En este
caso valer es no valer nada. Los objetos para el capitalismo actual no
valen nada, ni tienen posibilidades de valer, lo que vale es la
transacción, el juego de mercados de futuro. Las cosas en nuestra
sociedad dejan de tener sustancia. Pero no es eso de lo que hablamos.
Valer como posibilidad de valer, sí marca una sustancia a las cosas.
Porque la posibilidad es algo sólido. Tiene presencia. Pesa, luego
existe físicamente. El arquitecto trabaja con posibilidades.
Posibilidades de espacios, de programas de ser usado o vivido. Una obra
no responde exactamente. El futuro decidirá. Cuantas mayores
posibilidades de ser tengan, más pervivencia. Estas posibilidades
cuestan dinero. Hay presupuestos de obra. Hay materia física en las
construcciones. Esa posibilidad puede ser tocada. Posibilidad de valer
es lo que tenemos que vender.
ENTREGA.

