El curso quiere reflexionar sobre los programas como generadores de
situaciones específicas que pueden hacer aparecer y desaparecer
arquitecturas reales o forzar la lectura de unas condiciones espaciales
y materiales existentes que cristalicen en un momento dado en esas
arquitecturas. Los programas son islas programáticas. Pueden “ser”
cuando las condiciones favorezcan su visibilidad.
Ocurre igual que esas islas fantasmas que están en los mapas pero
que muy pocos, o nadie, ha podido visitarlas. Que no sabemos si existen
realmente. Recordadlas. Esos trozos de tierra anclados al fondo marino
que estaban y ya no están. O no estaban y ahora están. Islas que
aparecen y desaparecen. Que a veces constaban y luego no figuran.
Algunas que nunca vas a poder ver y otros han visto. Islas que se
pueden mover, cambian de sitio. Que se materializan y desmaterializan.
Las nuevas. Las de aglomeraciones de basura flotante aglutinada. Las
viejas, las que ves brillar en la lejanía y no puedes atracar en ellas
porque cuando intentas acercarte, se esfuman en el horizonte. Grandes o
pequeñas. Isla de Kiribati. Tuvalu. Isla Lincoln. San Borondón. Isla
Bermeja. Sandy. Salió hace unos días en el periódico la noticia de la
desaparición de la isla Sandy en el Pacífico Sur. Medía entre 15
Kilómetros de largo por 3 Kilómetros de ancho y supuestamente
pertenecería a Francia. El barco científico RV Southern Surveyor, un
buque del servicio hidrográfico australiano, intentó llegar hasta allí
por primera vez sin llegar a detectarla, incluso cuando se colocó sobre
las coordenadas exactas. El fondo se mantenía estable a la profundidad
de 1.400 metros. Sin rastro de ninguna particularidad. Todavía sigue
figurando en los mapas. ¿Por qué desaparecen o aparecen islas, que
condiciones –físicas o inteligentes- hacen de una isla un lugar
evanescente, son perfectas o precisas –el perímetro de una isla es
perfecto porque solo con decir “isla” sabemos que tiene límite,
mientras que no es preciso porque es particular-, son inventadas o
descubiertas?
De la misma forma podemos pensar en programas, en arquitecturas, en
materiales, que en un momento dado, en un lugar, edificio, programa, o
entorno existente e incontrolado, por unas condiciones específicas que
somos capaces de identificar, imaginar, proyectar y controlar, se
materializan y se convierten en arquitecturas independientes. Pero que
antes, o un rato después de que desaparezcan las condiciones
programadas, vuelven a no estar, a desaparecer. A no existir. Pensamos
en cuerpos reales que, dentro de ellos cristalizan, sin que haya
soporte previo, unas pequeñas arquitecturas revitalizantes. Daremos los
lugares específicos de trabajo y el alumno deberá programar las
reacciones que precipiten la aparición controlada de estas
arquitecturas. Imaginará programas, materiales, modificaciones físicas
sobre lo existente que soportarán lo que va a surgir.
La arquitectura no necesita de soportes fijos para ser generada. No
necesita tectónica sino condiciones de notificación y supervivencia.
Puede surgir en cualquier punto, aunque hoy esté ocupado por otra cosa,
por una arquitectura o por un agujero negro. La arquitectura se
precipita en reacciones controladas, el proyecto es el procedimiento de
estas reacciones químicas controladas y programadas. Y debemos tener en
cuenta que los usuarios, en el momento de entrar e interactuar con un
espacio, son precisamente los principales reactivos con el que
trabajaremos. Nada debe ser fijo, debemos convertir los objetos
estables en eventos, los accidentes físicos en acciones, los datos en
probabilidades. Es fascinante ver que lo más estable del mundo, el
propio soporte físico sobre el que nos movemos, puede ser una ficción y
el mundo de lo real que nos han hecho creer inmutable, es absolutamente
voluble e irreal a voluntad.
El programa de la asignatura propone la elaboración del proyecto de
un programa complejo e intermitente que construya una situación
espacial nueva y diferente en determinados momentos, o con determinadas
condiciones ambientales, dentro de un contexto arquitectónico
preexistente real. Tratamos una arquitectura en un entorno. El grupo de
trabajo deberá analizar los entornos dados sobre los que es posible
trabajar para, posteriormente, elegir la ubicación concreta y
determinar los programas, sus usuarios y los horarios en los cuales ese
proyecto va a constituirse. El grupo deberá definirlo programáticamente
y formalmente para, después, proceder a su definición estructural,
material y constructiva. El programa deberá cumplir la condición de que
su superficie construida sea menor o igual a 160 metro cuadrados.
La entrega final consistirá en un documento gráfico, una planta en
formato DIN-A00 (doble DIN-A0) que definirá los aspectos materiales y
constructivos del proyecto con gran precisión, y una maqueta de tamaño
DIN-A1, que añadirá las condiciones de tipo espacial y experiencial
arquitectónicas que el formato de papel limita.
El trabajo se realizará por equipos de tres personas, desconocidas
entre sí, una por cada escuela o facultad implicada en este
cuatrimestre: (La ETSAM-UPM de Madrid, la Universidad de Democritos de
Tracia en Grecia y la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil) La
formación de los equipos se producirá progresivamente durante las
primeras etapas de trabajo según un proceso que se indicará durante el
curso.